sábado, 1 de agosto de 2009

"Yuma" en Cuba

 
 


Hoy, de vuelta a España, me he sentido extranjera en mi tierra.

Es el proceso de adaptación. Son días en los que una es más bien de allá. Ya casi estaba nacionalizada hablando de parqueo, guaguas, carros, espejuelos, amol, fuete en lugar de fuerte, del “todo recto”… a cualquier lugar se va “ todo recto” ¡curioso y cierto!, chistando como los habaneros, entonando al hablar…¡Que sé yo!
Y acostumbrada a andar con una mirada modesta para no molestar ni invadir. Intentando no transmitir perturbación o juicio. Entrando con humildad a un terreno desconocido e inhóspito. Intentando, eso sí, ser precavida y juiciosa, andando sola por la Habana Vieja. Aunque al tercer día ya andaba como Pedro por casa, confiada y tranquila.
Hoy me he sentido extraña aquí.

Un apunte: "Cuba, una piedra preciosa sepultada por la revolución"

Me produce enorme tristeza que los nativos no conozcan su isla.

Que no disfruten de paradisiacas playas como María la Gorda (al oeste) o Cayo Sabinal (al este), tan vírgenes y solitarias.
Que mueran sin gozar de sus valles, el valle de Viñales y el valle de los Ingenios son una delicia o de sus senderos, el sendero hasta El salto del Caburní o el ascenso al Yunque en Baracoa, me parece una injusticia contra su condición de hombres habitando una tierra.
Que no puedan jamás recrearse en la maravillosa perspectiva que posee la costa suroriental, o chapotear en las aguas cálidas de ríos y mares. Ni contemplar el paso del tiempo, observando de lejos las eternas, azuladas y magníficas sierras de Escambray y Maestra.
O perderse en la suave, inmensa e infinita llanura entre Bayamo y Holguín o en medio de los bosques tropicales en la provincia de Guantánamo.
Ni disfrutar de la música en las “Casa de la Trova” diseminadas por toda su geografía, la de Baracoa me resultó la más cercana. Ni andar por las callejuelas de Trinidad o La Habana (La inhóspita Habana ha resultado al final hacérseme entrañable) que  hablan de su historia.
O sencillamente aspirar, en la noche, el penetrante olor a jazmín en los patios de las casas coloniales de Santiago, incluso pararse ante el aroma de la flor de Cuba, "mariposa" en medio de la selva tropical ascendiendo al Yunque…

Isla de contrastes y paradojas ¿Qué necesita? Inyecciones de prosperidad y cambio.
Sus ciudades bullen rotas, míseras y desvencijadas; son viejas desdentadas y decrèpitas. El idílico paisaje campestre con bohíos y guajiros, cabañas y bueyes, plantaciones y profusa vegetación, el soñado Caribe…choca con la vida de sus habitantes y me resulta abrumador, atroz.
¿Este pueblo, sacrificado bajo una ideología, abocado a la destrucción y a la miseria? ¿Este pueblo vive sin dignidad y en condiciones pésimas e infrahumanas? ¿No había otro modo de hacer las cosas? ¿Represión, limitación de libertades...?
¡Patria o muerte!... “Todo por la Revolución” , el lema del verano 2009.

Un pueblo de corazón dividido. Una parte calla, otra apruebe y grita a favor, otra maldice por lo bajo y los más, intentan cualquier cosa por vivir un poco mejor.
He visto a un pueblo que sufre en medio de un absurdo.
He visto a un pueblo que sufre encerrado en un entorno de lujo.
Y ha sido enriquecedor, mucho. Estoy satisfecha con todo lo vivido, con todo lo visto, con todo lo aprendido. Vuelvo a casa llena, compensada y en paz.




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