jueves, 24 de diciembre de 2009






* Bones Festes de Nadal *

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domingo, 6 de diciembre de 2009

L'últim alé

”No estigueu preocupats per mí. No s’apeneu. Jo estic bé”.
L'últim alé d'un home lliure, que ha afrontat amb valentia i enteresa la seua última ruta.


Quan tornarem a escoltar la seua veu de tenor entusiasta i el seu humor fi, intel.ligent i sarcàstic? En qualsevol cantonada, en qualsevol moment inesperat....de nou Alfons.


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miércoles, 25 de noviembre de 2009

Hemisferios

Hemisferio norte

En el vestuario de la piscina, hace unos días, una mamá adornó a su hija, en apenas tres minutos, con una profusa cantidad de adjetivos inimaginables. Por su vocecita deduje que no pasaba de los seis. ¿Qué será de esa niña que lleva marcado a fuego en su mente y desde su nacimiento que es una... cerda, vaga, inútil, maleducada, gilipollas, malnacida y demás apelativos jugosos, en boca de su querida y protectora madre, porque el curso de natación ha comenzado cinco minutos antes y ella se ha entretenido en casa jugando?


La violencia no está suscrita a ninguna edad, condición ni hemisferio.


NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha cerrada y pobre: escarcha de tus días y de mis noches.
Hambre y cebolla: hielo negro y escarcha grande y redonda.

En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba.
Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre.

Una mujer morena, resuelta en luna, se derrama hilo a hilo sobre la cuna.
Ríete, niño, que te tragas la luna cuando es preciso.

Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en los ojos la luz del mundo.
Ríete tanto que en el alma al oírte, bata el espacio.

Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca.
Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea.

Es tu risa la espada más victoriosa. Vencedor de las flores y las alondras.
Rival del sol. Porvenir de mis huesos y de mi amor.

La carne aleteante, súbito el párpado, el vivir como nunca coloreado.
¡Cuánto jilguero se remonta, aletea, desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño. Nunca despiertes. Triste llevo la boca.
Ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto, tan extendido, que tu carne parece cielo cernido.
¡Si yo pudiera remontarme al origen de tu carrera!

Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas ferocidades.
Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes.

Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma.
Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro.

Vuela niño en la doble luna del pecho. Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.

                                                  Miguel Hernández, 1939                                        

El día 20 de noviembre celebramos el día internacional del niño.


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jueves, 5 de noviembre de 2009

"Unos días antes"


El viajero está echado, boca arriba, sobre una chaise-longue forrada de cretona. Mira, distraídamente, para el techo y deja volar libre la imaginación, que salta, como una torpe mariposa moribunda, rozando, en leves golpes, las paredes, los muebles, la lámpara encendida. Está cansado y nota un alivio grande dejando caer las piernas, como marionetas, en la primera postura que quieran encontrar.
El viajero es un hombre joven, alto, delgado. Está en mangas de camisa fumando un cigarrillo. Lleva ya varias horas sin hablar, varias horas que no tiene con quién hablar. De cuando en cuando bebe un sorbo –ni pequeño ni grande- de whisky o silba, por lo bajo, alguna cancioncilla.
-La Alcarria de Guadalajara. La de Cuenca, ya no. Por Cuenca puede que ande el pinar; o la Mancha, ¡quién sabe!, con sus lentos caminos.

En la casa todo es silencio; la familia del viajero duerme. En la calle sólo algún taxi errabundo rompe, muy de tarde en tarde, la piadosa intimidad de los serenos.
La habitación está revuelta. Sobre la mesa, cientos de cuartillas en desorden dan fe de muchas horas de trabajo. Extendidos sobre el suelo, clavados con chinchetas a las paredes, diez, doce, catorce mapas con notas y acotaciones en tinta con fuertes trazos de lápiz rojo, con blancas banderitas sujetas con alfileres.
-Después, nada de eso sirve nunca para nada. ¡Siempre pasa igual!
A caballo de una silla duerma la chaqueta de dura pana. En la alfombra, al lado de un montón de novelas, descansan las remachadas botas de andar. Una cantimplora nueva espera su carga de espeso y saludable vino tinto. Suena en el noble, en el viejo reloj de nogal, la última campanada de una alta hora de la noche.
El viajero se levanta, pasea la habitación, pone derecho un cuadro, empuja un libro, huele unas flores. Ante un mapa de la península se para, ambas manos en los bolsillos del pantalón, las cejas casi imperceptiblemente fruncidas.
El viajero habla despacio, muy despacio, consigo mismo, en voz baja y casi como si quisiera disimular. -Sí, la Alcarria. Debe ser un buen sitio para andar, un buen país. Luego, ya veremos; a lo mejor no salgo más; depende.
El viajero enciende otro cigarrillo-a poco más se quema el dedo con el mixto-, se sirve otro whisky.
El viajero hace un gesto con la boca.
-Y tampoco importa que me salga un poco, si me salgo. Después de todo, ¿Qué más da? Nadie me obliga a nada; nadie me dice: métase por aquí, suba por allí, camine aquel ribazo, esta laderilla, esta otra vaguada tierna y de buen andar.


El viajero revuelve entre los papeles de la mesa buscando un doble decímetro. Lo encuentra, se acerca de nuevo a la pared y, con el pitillo en la boca y el entrecejo arrugado para que no se le llenen los ojos de humo, pasea la regla sobre el mapa.
-Etapas ni cortas ni largas, es el secreto. Una legua y una hora de descanso, otra legua y otra hora de descanso, otra legua y otra hora, y así hasta el final. Veinte o veinticinco kilómetros al día ya es una buena marcha; es pasarse las mañanas en el camino. Después, sobre el terreno, todos estos proyectos son papel mojado y las cosas salen, como pasa siempre, por donde pueden.
Busca unas notas, consulta un cuadernillo, hojea una vieja geografía, extiende sobre la mesa un plano de la región.
-Sí, sin duda alguna, las regiones naturales. Los ríos unen y las montañas separan, es la vieja sabiduría; no hay otra división que valga.
El viajero se distrae un instante y toma, de la estantería, el primer libro que alcanza: La historia de Galicia, de don Manuel Murguía, encuadernado en rojo cartoné ya desvaído por el tiempo. No lo necesita para nada; en realidad, lo coge sin darse cuenta.
-Es gracioso este libro…, es un libro lleno de paciencia.
El viajero está medio dormido y da un par de cabezadas mientras pasa las hojas. Se despierta de nuevo del todo, cuando lee al pie de una lámina: Cromlech que existe en Pontes de García Rodríguez. Lo devuelve a su sitio y piensa que, realmente, tiene los libros bastante mal ordenados.
La historia de Galicia
queda entre una Fisiología e Higiene, del bachillerato, y el The sun also rises, de Hemingway.

El viajero vuelve ante el mapa.
-Las ciudades las bordearé, como los buhoneros y los gitanos, igual que el jabalí y al gato garduño.
Se rasca una ceja y arruga la frente. El viajero no está muy convencido.
-O no, no las bordearé. Las ciudades hay que cruzarlas, a media tarde, cuando las señoritas salen a pasear un rato, antes del rosario.
El viajero sonríe. Tiene los ojos semicerrados, como de estar soñando.
-Bueno, ya veremos.
Se queda un rato en silencio, pensando muy confuso, muy precipitadamente. Es ya muy tarde.
-¡Qué barbaridad!
El viajero que se cansa de golpe, igual que un pájaro herido-piensa, al final, que ya sólo falta empezar, que quizás esté dándole demasiadas vueltas en la cabeza a un viaje que se quiere hacer un poco a rumbo, un poco como el fuego en una era: a la buena de Dios y a la que salga.
De la misma botella bebe el último trago.
-No. Estas son las cuentas de la lechera; lo mejor será coger el macuto y echarse a andar.
Se desnuda, desdobla la manta de pelo, apaga la luz y se echa a dormir sobre la chaise-longue forrada de cretona.

Fuera se oye el distante golpear del chuzo contra la acera. Por las rendijas de la persiana se cuela un hilito de claridad. Pasan lentos, entumecidos, los carros de los primeros traperos. El viajero se ha dormido al tiempo de nacer el día como un pollo que sale un poco avergonzadamente, del derrotado y tibio cascarón.

Capítulo I. "Viaje a la Alcarria" Camilo José Cela

Ocho meses antes...

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martes, 6 de octubre de 2009

500 miles




If you miss the train I'm on, you will know that I am gone,
you can hear the whistle blow, a hundred miles.
A hundred miles, a hundred miles,
a hundred miles, a hundred miles,
you can hear the whistle blow,
a hundred miles.

Lord, I'm one, Lord I'm two, Lord, I'm three, Lord I'm four,
Lord, I'm five hundred miles, from my home.
five hundred miles, five hundred miles,
five hundred miles, five hundred miles,
Lord, I'm five hundred miles,
from my home.

Not a shirt on my back, not a penny to my name.
Lord, I can't go a-home, this a-way.
This a-away, this a-way,
this a-way, this a-way,
Lord, I can't go a-home,
this a-way.


If you miss the train I'm on, you will know that I am gone.
you can hear the whistle blow,
a hundred miles.



Intensa sensación que no impide el vuelo.
"Mi tributo a ti"

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jueves, 24 de septiembre de 2009

Él, Ella.

Él
Cuando entré en tu casa y te vi, el mundo se me vino abajo. Sé que leíste la decepción en mis ojos. Aunque intenté esconderla entre mi sonrisa y, a pesar de la tuya, adiviné que me habías leído el pensamiento.
¡Que decepción verte así, enjuto y envejecido, carcomido, necesitado, hundidos los ojos, delgado …pero sobre todo dolorido… varón de dolores.

¡Varón de dolores!

Me aturdió tu rostro de dolor. Me tragué las lágrimas mientras te veía luchar con Cristina que, pacientemente, hacía su trabajo en tu cuerpo; y tú respirando, y tú jadeando, y tú suspirando y tú como pidiendo permiso para quejarte…
Aparté un pensamiento que no me deja un instante desde entonces: “No va a resistir más” “Otra operación no podrá superarla”…

Se va, se está yendo poquito a poco, andando un camino que no deseamos nadie para los que amamos, el camino que conduce a la muerte por el peor de los senderos, el abrupto, el empinado, el más duro, el solitario, el más complicado, lento y largo, el que provoca desesperanza, frustración, desesperación, y un profundo dolor y amargura a los que vivimos alrededor.

Y frente a ti, amigo mío es la impotencia de no tener poder para arrancarte de las garras de la muerte.
No poder salvar a los que amamos de ella ¡Qué injusto!

Es la rabia que me posee. Por esa rabia te maldigo, Oh muerte.

Ella

La miro desde el otro lado de la larga y amplia mesa. Lleva el pelo corto, impecable como siempre y teñido platino desde hace escasamente tres años. La miro con cariño. Tiene un rostro noble, pero hoy me fijo más en ella. ¿Qué me llama la atención? Está sonriendo y tiene paz.
 Es tranquila, una mujer tranquila, jamás alterada, siempre dulce, sin invadir ni empalagar.

¿Cómo transmite serenidad?  Sé que cuando él no está delante llora y se queja al cielo. Cuando no la ve nadie, cuando está sola, se desespera con humildad y se pregunta qué hará cuando él no esté.
Y llora por él, por ella, por sus hijos.
Él se va, poco a poco, con grandes sufrimientos diarios, con problemillas añadidos a su enfermedad mortal, pero ella delante de mí, en la sala de Claustro, está en calma.

Y yo tengo que reprimir las lágrimas que pugnan por salir.
Con un suéter verde de manga larga y un pañuelo níveo, relajada y sonriente, atiende y presta atención como si le fuera en ello la vida.
Maravillosa y profundamente justa, me da una lección de entereza.

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jueves, 17 de septiembre de 2009

Viaje


En mi viaje hacia Ítaca, recalé en tu puerto un tiempo. Aprendí.




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domingo, 13 de septiembre de 2009

Escribe por favor..."voy"


El cambio de medicación había provocado un cambio de comportamiento en el niño.

Demasiado excitado llegó del campamento, tenía cambios de humor frecuentes, no cejaba de hablar. El neurólogo le había prescrito una medicación nueva que le calmase y lograra equilibrarlo en estos últimos días de verano, para así comenzar el nuevo curso escolar regulado y evitar en lo posible problemas y situaciones conflictivas en el colegio.

La medicación comenzó a surtir efecto de inmediato. Un choque brutal que lo dejó amodorrado, ido, falto de reflejos y con la mirada fija en un punto horas y horas sin pestañear y esquivamente, manso y obediente…¡Guau!

Pobre hijo ¿Qué te hicieron? ¿Qué mal nacido fue el que se ensañó contigo hasta anularte casi como persona? ¿El que considerándose dios, no ha permitido que te conviertas en un hombre completo y valeroso?

No pasarás nunca de saber contar más de diez. Te olvidarás de leer, sumar y restar cuando dejes de practicarlo diariamente. Nunca sabrás lo que es volar porque te cortaron las alas a fuerza de golpes y te provocaron el profundo retraso que padeces junto a las crisis epilépticas.

Estos días sólo la música te hace sonreír. Subimos al coche, pongo el cd y los primeros compases de “Dulce embeleso” te sacan un segundo de ese universo particular y cantamos los dos.

Y pienso en el hijoputa que te sesgó la vida para dejarte eterno en tus ocho años.

Este es el niño que me acompaña cada verano. Este es el niño que me enfrenta a una realidad oscura cada verano.

Valerosa mujer, su madre. Mi amiga.

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lunes, 7 de septiembre de 2009

" Tomar el Porridge frío"

Una vez me dijo: “ Hay que comerse el porridge frío”
Era una expresión china, cantonesa…
…trabajar tanto tiempo en algo que al llegar a casa sólo quedaba para comer porridge frío….
Es la única manera de ser bueno en algo. Tomando el porridge frío. Trabajas mientras los otros se divierten. Trabajas mientras los otros ven la televisión, trabajas mientras los otros duermen. Para ser maestro en algo has de “ comerte frío el porridge” …
En mi dura mollera “tomar el porridge frío” significa pasar una época de sufrimiento. Pasar malos días, meses o años, porque no queda otro remedio. A mí me tocó el porridge frío de oriente mezclado con la amarga píldora de occidente, y ahora ya no sé cuál es cuál.
Pero no era eso a lo que él se refería sino a prescindir de las comodidades y los placeres para conseguir una mayor felicidad, retrasar la satisfacción para conseguir una meta lejana…..
…Para mí, la frase tiene que ver con aceptar que has de soportar lo que te toque. Más aún, significa echar de menos a alguien. Echar de menos a alguien de verdad.
Como hago yo.
Pero ella se fue y ya no volverá. Ahora lo sé. No volveré a besarla nunca. No volveré a despertarme a su lado ni la miraré mientras duerme..
El amor se agota; puedes consumirlo del todo en una sola persona. Creo que es posible amar tanto y con tanta intensidad que ya no te quede nada para nadie más.. Por mucho que esperes, jamás tropezarás con nadie que llene el hueco que esa persona ha dejado. ¿Cómo vas a encontrar una sustituta del amor de tu vida? ¿Y para qué?
Rose nunca volverá a casa otra vez.
Ni conmigo.
Ni con nadie.
Quizá consiga aceptarlo si logro resistir esta ridícula necesidad de llamarla. Todo sería más llevadero si pudiera recordar, recordar de verdad que se ha ido, y no volver a olvidarlo.
Pero no soy capaz.
Cada día tengo ganas de llamarla…
Se ha ido y lo sé.
Lo que pasa es que a veces se me olvida. Nada más.
Ahora sé lo que debo hacer. Tengo que tomar el porridge frío y combatir esta irresistible necesidad de coger el teléfono.

"Sólo para ti" Tony Parsons


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lunes, 31 de agosto de 2009

Y serás sombra

"Yo fui...pero no te encontré ni una sola vez.
Me dejaste escritas palabras fáciles al borde del camino. Yo te entregaba mi alma y tú, educadamente, me la devolvías intacta"


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sábado, 1 de agosto de 2009

"Yuma" en Cuba

 
 


Hoy, de vuelta a España, me he sentido extranjera en mi tierra.

Es el proceso de adaptación. Son días en los que una es más bien de allá. Ya casi estaba nacionalizada hablando de parqueo, guaguas, carros, espejuelos, amol, fuete en lugar de fuerte, del “todo recto”… a cualquier lugar se va “ todo recto” ¡curioso y cierto!, chistando como los habaneros, entonando al hablar…¡Que sé yo!
Y acostumbrada a andar con una mirada modesta para no molestar ni invadir. Intentando no transmitir perturbación o juicio. Entrando con humildad a un terreno desconocido e inhóspito. Intentando, eso sí, ser precavida y juiciosa, andando sola por la Habana Vieja. Aunque al tercer día ya andaba como Pedro por casa, confiada y tranquila.
Hoy me he sentido extraña aquí.

Un apunte: "Cuba, una piedra preciosa sepultada por la revolución"

Me produce enorme tristeza que los nativos no conozcan su isla.

Que no disfruten de paradisiacas playas como María la Gorda (al oeste) o Cayo Sabinal (al este), tan vírgenes y solitarias.
Que mueran sin gozar de sus valles, el valle de Viñales y el valle de los Ingenios son una delicia o de sus senderos, el sendero hasta El salto del Caburní o el ascenso al Yunque en Baracoa, me parece una injusticia contra su condición de hombres habitando una tierra.
Que no puedan jamás recrearse en la maravillosa perspectiva que posee la costa suroriental, o chapotear en las aguas cálidas de ríos y mares. Ni contemplar el paso del tiempo, observando de lejos las eternas, azuladas y magníficas sierras de Escambray y Maestra.
O perderse en la suave, inmensa e infinita llanura entre Bayamo y Holguín o en medio de los bosques tropicales en la provincia de Guantánamo.
Ni disfrutar de la música en las “Casa de la Trova” diseminadas por toda su geografía, la de Baracoa me resultó la más cercana. Ni andar por las callejuelas de Trinidad o La Habana (La inhóspita Habana ha resultado al final hacérseme entrañable) que  hablan de su historia.
O sencillamente aspirar, en la noche, el penetrante olor a jazmín en los patios de las casas coloniales de Santiago, incluso pararse ante el aroma de la flor de Cuba, "mariposa" en medio de la selva tropical ascendiendo al Yunque…

Isla de contrastes y paradojas ¿Qué necesita? Inyecciones de prosperidad y cambio.
Sus ciudades bullen rotas, míseras y desvencijadas; son viejas desdentadas y decrèpitas. El idílico paisaje campestre con bohíos y guajiros, cabañas y bueyes, plantaciones y profusa vegetación, el soñado Caribe…choca con la vida de sus habitantes y me resulta abrumador, atroz.
¿Este pueblo, sacrificado bajo una ideología, abocado a la destrucción y a la miseria? ¿Este pueblo vive sin dignidad y en condiciones pésimas e infrahumanas? ¿No había otro modo de hacer las cosas? ¿Represión, limitación de libertades...?
¡Patria o muerte!... “Todo por la Revolución” , el lema del verano 2009.

Un pueblo de corazón dividido. Una parte calla, otra apruebe y grita a favor, otra maldice por lo bajo y los más, intentan cualquier cosa por vivir un poco mejor.
He visto a un pueblo que sufre en medio de un absurdo.
He visto a un pueblo que sufre encerrado en un entorno de lujo.
Y ha sido enriquecedor, mucho. Estoy satisfecha con todo lo vivido, con todo lo visto, con todo lo aprendido. Vuelvo a casa llena, compensada y en paz.




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miércoles, 1 de julio de 2009

"Versos sencillos"


"Mi verso es de un verde claro
y de un carmín encendido:
mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo".

José Martí. "Versos sencillos"

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viernes, 19 de junio de 2009

CANCIÓN DEL JINETE

Córdoba.
Lejana y sola.

Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.

Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.

¡Ay qué camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!

Córdoba.
Lejana y sola.
*
Federico García Lorca







Recorro el poema y entono el canto.
Día tras día lo canto para ti.

Entre las notas de mi partitura, mi dolor desgarrado y tú.  
¡Ay,  tú, hermana, eterna en Córdoba!

¿Dónde estás, muchacha pequeña y frágil? ¿Dónde habitas, dulce niña? ¿Quién se recrea ahora en tus finos cabellos y en aquellos ojos moros de azabache?

Un alma blanca que se deslizó de puntillas por nuestra vida. ¡Qué bella mirada poseías! ¡Cuánta dulzura derramabas a tu paso! ¡Y aquel deje andaluz! Se lo llevó el río Guadalquivir una tarde de marzo, mientras entonabas el canto, montada en tu "jaca negra y valerosa"

Una larga noche de "luna roja" y las voces dejaron de sonar.

Concluiste tu vida como Virginia Woolf para Bernard en el final de “las olas”: “¡Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh muerte!”
Fuiste amortajada con todos los dolores  y todas las lágrimas nuestras.

¡Álzate inmortal "desde las torres de Córdoba"!


No me dejan bajar a acompañarte. Mis guardianes me impiden cruzar el umbral del lugar donde yaces. Demasiado inhóspito y gris, huele al frío de la dama oscura. Me helaría el corazón y me moriría.


¿Por qué? ¿Por qué?
Tú, "lejana y sola!
Tú, princesa mora.
Tú, mi hermana.

...Miro Córdoba desde la lejanía.

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domingo, 3 de mayo de 2009

Mara

Tarde adormecida en perfumes florales que despierta con el rumor de voces. Tarde salpicada de juegos infantiles y campanas de iglesia.
El cauce del río Turia viste día de descanso en primavera festiva. Alegres y luminosos verdes, amarillos, dorados, tierra, azules, blancos…Colores, movimientos y algarabía danzan. Matices que la brisa me acerca y que me acarician, mientras miro ondular juguetón y grácil tu pelo castaño. ¡Cómo juega con el mes de mayo!

Eres una niña preciosa.

¡Cuánto tiempo desde que se incrustaran en mi pupila aquellos pueriles ojos, ávidos de hermosura, que se posaron por primera vez en ti! Los recuerdo bien.

Aquel día, supe que estabas despidiéndote de la niñez protectora, ante un mundo que se presentaba voraz.

Desde entonces te contemplan y se recrean los que pasan a tu lado. Siempre invariable, siempre predecible, espero el momento.

Pero en mi corazón ya no anida ningún malestar…porque sé lo que contemplan. Sé que aman la belleza con la que te mueves, la belleza en la que te has convertido; tu mirada, tu sonrisa, tu nariz pecosa, todo envuelto en una espléndida joven.

Tu pañuelo de colores dorados se mece al compás de tu cuerpo, mientras pedaleas delante de mí. Yo te contemplo satisfecha, agradecida, feliz de tenerte. Y ese gesto de volver la cabeza para buscarme con los ojos y sonreír, me recuerda que fuiste pequeña, “Doña lápiz” y que yo te cuidaba, como ahora me cuidas tú a mí.

Quiero que recuerdes y que no se te olvide, que eres princesa; la princesa de mi cuento de hadas. 




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jueves, 30 de abril de 2009

Virginia Woolf

Otra… otra princesa ...

Ésta bajo las aguas del río Ouse en Rodmell (Lewes, Sussex). Ya no es ninguna niña pero descubro aún en ella rasgos de su juventud. Me pierdo contemplando su porte elegante, delicado y exquisito que choca con su mente y sus ojos atormentados.

A ti no bajo a acompañarte en la noche como a Ofelia, ni cabalgo cual rayo, en un atardecer inyectado de anaranjados como hacia Elisabeta. Tampoco anocheciendo en los lindísimos prados del condado de Cornualles sentada junto a Isolda o bajo la media luna de Selma.

 Hoy bajo al río a plena luz del día.

Es mediodía de sol en Lewes, el tiempo desechó los impertérritos días grises y entonó una brillante y fría jornada primaveral para honrarte conmigo. Me acerco a la orilla donde dejaste el bastón, tu melancolía me arropa mientras hablo contigo… "Me he perdido con “ La señora Dalloway ” durante meses y he quedado expuesta a que mi pensamiento sea analizado por ti en sus 12 horas diurnas….

”Y escuchabas voces", voces que no pudiste soportar por más tiempo ...como mi otra princesa, aquella que se marchó hace 8 años un día también de marzo, aquella que amé tanto, la única a la que me es tan doloroso acompañar y de la cual no puedo ni pronunciar su nombre.

Y tu tiempo, que es ahora mi tiempo, me espera en “ las olas

¡Cuánto escrito sobre ti! "

 


"…Ellas me buscan y me encuentran y yo las recibo, inesperada y sorprendentemente…."


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miércoles, 22 de abril de 2009

23 d'abril

LES ROSES RECORDADES

Recordes com ens duien
aquelles mans les roses
de sant Jordi, la vella
claror d’abril? Plovia
a poc a poc. Nosaltres,
amb gran tedi, darrera
la finestra, miràvem,
potser malalts, la vida
del carrer. Aleshores
ella venia, sempre
olorosa, benigna,
amb les flors, i tancava
fora, lluny, la sofrença
del pobre drac, i deia
molt suaument els nostres
petits noms, i ens somreia.


Salvador Espriu

23 d'abril...Dia Internacional del llibre i Diada de St. Jordi.



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lunes, 20 de abril de 2009

Collioure



RETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Antonio Machado, 1906

“Querido maestro, quitaría todo aquello con lo que te han adornado en Collioure. Con respeto, pero lo quitaría.
Dejaría el granito ocre y desnudo sólo con tus versos, los que me hablan de tu grandeza, los que me hablan de tu inmortalidad”

Antonio Machado (Sevilla, 26 de julio de 1875 - Collioure, Francia, 22 de febrero de 1939)


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martes, 14 de abril de 2009

Asturias


¡ Buen San Telmo,
que sabes de los furores del mar,
de las terribles rabias oceánicas,
de galernas y aquilones,
sé amigable y cordial con tus gentes de la Arena y S. Esteban que,
curtidos de sol y vientos ásperos,
van a exponer la vida todos los días
en la pesca de la sardina, del calamar, del atún!
*
Aleja las malas artes de los “espumeiros”,
y a la "racha" de mala intención,
apártala de la vela que empuja la barca
en que va el trabajador de las olas.
¡Sé propicio, buen San Telmo
de los fuegos eléctricos, a estos pobres hombres!
Tienen madres vestidas de telas viejas,
esposas flacas, hijos anémicos.
*
Rubén Darío





… frente a "los ojos oceánicos de los astures", yo no tengo experiencias "oceánicas". Mi mar es cálido, casi, casi cerrado, entrañable.... En contraste, el océano que llega a estas costas, inmenso, virulento, temible y temido, voraz… no, no sé como se vive frente a él.
Rubén Darío expone con crudeza el abrumador peligro que encierra el mar para las gentes que viven en su costa.

 A mí me sobrecoge y sólo puedo, en S. Juan de la Arena, unirme con él a esta plegaria.




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lunes, 6 de abril de 2009

Primavera





¡Impacta tanto en cualquier inesperada esquina el olor primero y aún no dulzón del azahar en estos primeros días de primavera!

Dentro de quince días el aire se dulcificará y tomará con las calideces primaverales el perfume intenso del azahar.
Lo encontraré por las mañanas al salir de casa, cuando está cayendo la tarde y de vuelta al anochecer;  y siempre, siempre cerraré los ojos para inundarme y perfumarme con su penetrante fragancia. ¡Ah, bendita tierra!

El azahar se adueña contundente del mes de abril. Lo toma como un amante. Vierte en él sus dulzuras. Lo acicala de aromas que van y vienen con la brisa ligera de la mañana, con el aire pesante del mediodía o con el vientecillo fresco del anochecer . Abril se deja poseer, radiante y confiado, abandonándose en sus brazos, mientras se deja adornar de blancura, brillantes verdes y miel.

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domingo, 5 de abril de 2009

Antífona

"In monte Oliveti, oravit ad Patrem: Pater si fieri potest transeat a me calix iste. Spiritu quidem promptus est, caro autem infirma: fiat voluntas tua!"


Antiphonen zur Palmweihe am Palmsonntage. Franz Schubert.

Este adagio, 2ª antífona en la menor de las 6 que escribió Schubert para el Domingo de Ramos cantado en tensión, como corresponde a las horas previas al "prendimiento". 
Expresa contundente el sufrimiento, el dramatismo y la intensidad del momento. El momento en el que uno es enfrentado a la muerte, el momento de beber el cáliz.
Sin embargo el final de esta pieza baja en una delicadeza tal que evita la desesperación, terminando conformada y magníficamente confiada.
 ¡Qué placer de ser cantada!


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martes, 24 de marzo de 2009

París



" Que cette brisa aimable repande partout l'amour " Idomeneo

¿Qué decir de París? .....es " LA CIUDAD "

Grandiosa, sorprendente, majestuosa, infinita, imponente. Suntuosa, elegante, dorada y blanca. La magnífica arquitectura y el arte. De alineación perfecta, maravillosa, radiante... " la ciudad " por excelencia.

In memoriam: La vida latente que subyace bajo tierra en el metro y su precisión; el silencio del Panthéon y el hipnótico Péndulo de Foucault; sus gentes al sol del mediodía y las siestas en la Place des Vosges, en Le jardins du Luxembourg, en jardins des Tuileries y en las colinas de Montmartre.... ¡
La caducidad absoluta en los árboles parisinos; cerrar los ojos en cualquier lugar y escuchar dos o tres conversaciones a la vez en esta cadenciosa lengua .....Las tumbas de Père-Lachaise ( Proust, Balzac, Oscar Wilde, Bizet, Cherubini, Rossini, Bellini, Modigliani, Delacroix, Édith Piaf, Chopin, Gilbert Becaud, al cual no he buscado, él me ha encontrado a mí ).....


La inteligencia del barón Haussmann al idear la ciudad, la alineación en árboles, boulevards, calles y casas, el calor de las estufas en cualquier rincón, el encanto de las fachadas de los comercios.....
El estilo de sus habitantes, las boinas, la originalidad de la mujer parisina y el elegante hombre francés..... la expansiva musicalidad por los túneles del metro; le boulangeries et le desserts, la futurista ciudad de los rascacielos y el Arc de la Defénse; las vistas de la ciudad desde Le Tour Eiffel..... Darme de bruces, a la salida del metro con el Arc du Triomphe; el sonido abrumador del órgano en la iglesia de St. Germain des Prés; les boulevards y la perspectiva desde la avenue des Champs Élysées y desde el Arc del Carrousel.....

Comprobar la certeza de la expresión: " París, cité de l'amour ", en cualquier rincón dos amantes... Las bicicletas aparcadas en todos partes; el impresionismo francés, la dama en el Musée d'Orsay... impactante Van gogh, adorado Renoir, anhelado Millet..... Los pintores de la Place du Tertre y el ambiente del barrio de Montmartre; la vida a orillas del Sena; la ligereza por el interior del Louvre en tarde-noche y la Samotracia; la escalinata de la ópera Garnier e Idomeneo de Mozart, escuchado en italiano y "leído" en francés ¡¡¡¡ y pude seguir la ópera!!!!!

Mi encantador y dulce cicerone ; la sobrecogedora Conciergerie; el toque de color de árboles floridos al despuntar la primavera... Las casi tres mil instantáneas hechas, ¡qué barbaridad!.... Mi pregunta más habitual: ¿Está lejos? La respuesta, siempre: "No"....... ¡No, que va!, menos mal..... El corazón de la France: L'Île de la Cité........

"...et ma solitude, mon ombre et moi, toutes les trois par les rues de París"


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jueves, 12 de febrero de 2009

"La muerte y la doncella"

¡Si pudieses ver a la doncella acomodada al lado de la ventana!
¿Cómo mostrar el insólito estado en el que permanece desde las primeras horas de la madrugada?

Con pasos quedos alcanza cada mañana el bienestar en la inmovilidad de su cuerpo. Y así permanece, hasta que la campanilla que anuncia el refrigerio del mediodía, la devuelve a la recogida y cálida habitación que dejó horas antes.


Esa estancia la esperará a la vuelta  para volver a cubrir sus ojos de colores, de estimados objetos y de los viejos tomos de su padre, que la acarician seguros y la acompañarán hasta el anochecer con el olor marchito de sus páginas. Esas páginas que encierran tanta sabiduría. Ésas que comenzaban, como apasionada lectora, a deleitarla.
Débilmente llega hasta la ventana. Costosamente alza la parte trasera de su vestido y se sienta. Blancas manos de largos dedos alisan los pliegues de su falda y juntando una mano sobre otra, prepara su mirada.

El invierno, con una incipiente luz matinal, desvaída y triste

cubre los prados en los que su infancia reposa.
Mientras, en las lindes del camino,
los setos de rosales sueñan
la llegada de la próxima estación. 
   
Esta noche, la escarcha se ha adueñado con saña de  las ramas desnudas de los álamos y de los chopos, que se perfilan enhiestos junto al estanque inmutable y congelado. Antes que la luz irrumpa nítida en el jardín, la niña espera.

 Y permanece ajena a las huellas que, el paso del invierno deja en el eterno paisaje tras su ventana.
Agazapada en los cristales, una niebla gris y densa espera el momento de adueñarse de su mirada.

Cada mañana se sienta en el cómodo alfeizar de la ventana.
 Antes de que su primer suspiro se esparza vaporoso por la escalera y llegue hasta la parte más recóndita de la casa, su mirada de niebla se posa ya en la espesura plomiza y entra en el recinto que la llama por su nombre.
Anda por él fatigada. Su respiración emerge del pecho con quejidos escuálidos, hasta que sus dedos comienzan a tensarse ante el frío de lo desconocido y el miedo atenaza con devolverla a la consciencia.
Es en ese momento, en ese vericueto del camino, cuando encuentra el centro. Siempre la misma sensación, siempre con idéntico resultado. La respiración se tranquiliza y está en condiciones de entrar en el estado hipnótico donde dejar morir su pensamiento.

 
¡Hace tan poco tiempo que dejó de ser niña! ¡Parecen tan lejanos los tiempos en los que correteaba con sus hermanos entre los laberintos del jardín!
El último verano aún se levantaba tarareando canciones y se dormía con una sonrisa adolescente dispuesta a recoger, de los entresijos de la noche, hermosos sueños.

El descubrimiento de una composición poética la elevaba un centímetro del suelo durante horas y horas. Recogía rosas, preparaba hermosos y perfumados ramos con los que decoraba los pasillos y las habitaciones de su hogar. Arrebatada por la melancolía solía pasarse tardes enteras acariciando las teclas del piano.

Pintaba junto a su madre las montañas de los alrededores de Beçanson o se complacía escuchando su corazón palpitar tenaz, a la espera de saborear los dulces arrebatos que, las blancas hojas de su libro de poesía le prometían cuando hablaban de los encantos del amor.

Su espíritu comenzaba a volar alto y libre cuando se truncó en una mañana otoñal.
Fue languideciendo y su frágil cuerpo de doncella se debilitó.

Fue entonces cuando la niebla se coló por debajo de la puerta y esperó a la niña en los cristales de su habitación.

Amanece un nuevo día. Como cada mañana, la joven muchacha se sienta junto a la ventana, dispuesta a comenzar su peregrinaje diario. Pero cuando sus manos quedan frías en la antesala del olvido, no puede cruzar el umbral. No halla en modo alguno el camino entre la niebla.
Un escalofrío sacude su piel y percibe su propio miedo, al notar que le apartan delicadamente el cabello y desde la raíz de su pelo, un dedo recorre el camino de su cuello.

La reconoce sin verla, la adivina. Una parte de su ser la estaba esperando.
Es la dama oscura, cuyo hermoso y aterciopelado manto argénteo acaricia su sombra juvenil y con su dedo de hielo la tibieza de su cuello.
Se estremece. Escucha una poderosa, franca y susurrante voz como en medio de un día de viento intenso: - “Vengo a llevarte…dulce muchacha”.
Y ella con apenas un hilo tenue de voz, desnuda de fuerza y de convicción, se atreve aún a increparla: -“Déjame, es pronto todavía, soy aún tan joven! “
-“No” -le responde con envolvente voz…-“Es el momento de partir, no existe retraso cuando anuncio mi venida”.
-“¿No voy siquiera a despedirme de los que me aman?”

Y a través de la niebla, que solícita tira de ella desde los cristales de la ventana, ve la sombra de la Parca mover la cabeza a derecha e izquierda mientras el borde de su manto comienza a cernirse sobre ella.
-“ Ven conmigo, no temas, he preparado tu lugar”

Tras la ventana, el invierno reina en blanca y fría plenitud.


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lunes, 9 de febrero de 2009

"Noche oscura". S. Juan de la Cruz (1542-1591)

En una noche escura
con ansias en amores inflamada
¡o dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.
*
A escuras y segura
por la secreta escala, disfraçada,
¡o dichosa ventura!
a escuras y en celada
estando ya mi casa sosegada.
*
En la noche dichosa
en secreto que naide me veýa,
ni yo mirava cosa
sin otra luz y guía
sino la que en el coraçón ardía.
*
Aquésta me guiava
más cierto que la luz de mediodía
adonde me esperava
quien yo bien me savía
en parte donde naide parecía.
*
¡O noche, que guiaste!
¡O noche amable más que la alborada!
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!
*
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba
allí quedó dormido
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros ayre daba.
*
El ayre de la almena
quando yo sus cavellos esparcía
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
*
Quedéme y olbidéme
el rostro recliné sobre el amado;
cessó todo, y dexéme
dexando mi cuydado
entre las açucenas olbidado.

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Escrita entre entre 1585 y 1587.
Adivinamos la pasión, el arrebato, la llama del enamoramiento, el erotismo también... con un lenguaje de fina expresión, nada turbio, al contrario, lleno de blancura y candor.


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