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domingo, 27 de enero de 2013

Escritura

 
Tras los diez días durante los cuales estuvo corrigiendo "La crisálida de aire", Tengo dio por acabada la versión de la nueva obra y se la entregó a Komatsu, luego disfrutó de una temporada apacible como una bonanza. Dos veces por semana daba clases en la academia y quedaba con su novia. El resto del tiempo lo dedicaba a realizar las tareas domésticas, dando paseos o escribiendo su propia novela. Así pasó abril. Los cerezos se deshojaron, asomaron nuevos brotes, los magnolios florecieron y la estación dio paso a una nueva etapa. Los días transcurrían en orden, con normalidad, como si nada. Aquélla era, precisamente, la vida que Tengo deseaba: en la que una semana enlazaba con la siguiente de manera automática, sin interrupciones.   


No obstante, se podía observar un cambio. Un cambio para mejor. Mientras escribía, Tengo se dio cuenta de que una nueva fuente había nacido en su interior. El agua no manaba precisamente a borbotones; era más bien un modesto manantial entre rocas. Pero aunque la cantidad fuese pequeña, el agua parecía brotar sin cesar.
No había prisa. No había que precipitarse. Bastaba con esperar pacientemente a que el agua se acumulara en las cavidades de la roca. Una vez acumulada, se podría coger con las manos. El resto sólo era sentarse frente al escritorio y verter lo tomado en forma de texto. Así era como había progresado la historia, de manera espontánea.
 "1Q84"  Haruki Murakami 
 
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viernes, 28 de septiembre de 2012

Compared


I compared him with his guests. What was the gallant grace of the Lynns, the languid elegance of Lord Ingram,--even the military distinction of Colonel Dent, contrasted with his look of native pith and genuine power? I had no sympathy in their appearance, their expression: yet I could imagine that most observers would call them attractive, handsome, imposing; while they would pronounce Mr. Rochester at once harsh-featured and melancholy-looking. I saw them smile, laugh--it was nothing; the light of the candles had as much soul in it as their smile; the tinkle of the bell as much significance as their laugh. I saw Mr. Rochester smile:- his stern features softened; his eye grew both brilliant and gentle, its ray both searching and sweet. He was talking, at the moment, to Louisa and Amy Eshton. I wondered to see them receive with calm that look which seemed to me so penetrating: I expected their eyes to fall, their colour to rise under it; yet I was glad when I found they were in no sense moved. "He is not to them what he is to me," I thought: "he is not of their kind. I believe he is of mine;--I am sure he is--I feel akin to him--I understand the language of his countenance and movements: though rank and wealth sever us widely, I have something in my brain and heart, in my blood and nerves, that assimilates me mentally to him. Did I say, a few days since, that I had nothing to do with him but to receive my salary at his hands? Did I forbid myself to think of him in any other light than as a paymaster? Blasphemy against nature! Every good, true, vigorous feeling I have gathers impulsively round him. I know I must conceal my sentiments: I must smother hope; I must remember that he cannot care much for me. For when I say that I am of his kind, I do not mean that I have his force to influence, and his spell to attract; I mean only that I have certain tastes and feelings in common with him. I must, then, repeat continually that we are for ever sundered:- and yet, while I breathe and think, I must love him."

Chapter XVII. Jane Eyre
Charlotte Brontë


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miércoles, 22 de agosto de 2012

Joya

 
Madre el joven príncipe pasará delante de nuestra puerta, ¿Cómo atenderé a mi trabajo esta mañana?
Enséñame a trenzarme el pelo, dime qué vestido he de ponerme.
 
¿Por qué me miras sorprendida, madre?
Ya sé que él no lanzará una mirada a mi ventana, ya sé que desaparecerá de mi vista en un abrir y cerrar de ojos; sólo la melodía que se desvanece en la flauta me llegará sollozante desde lejos.
Pero el joven príncipe pasará por delante de nuestra puerta, y yo me pondré lo mejor para el momento.

 
 
Madre, el joven príncipe ya pasó ante nuestra puerta, y el sol de la mañana sacaba destellos de su carroza.
Yo aparté el velo de mi cara, me arranqué la cadena de rubíes del cuello y la arrojé a su paso...
¿Por qué me miras sorprendida, madre?
De sobra sé que él no recogió mi cadena; sé que se quedó aplastada bajo sus ruedas dejando una mancha roja sobre el polvo, y que nadie sabe cuál era mi presente ni para quién.

Pero el joven príncipe ha pasado delante de nuestra puerta, y yo he arrojado a su paso la joya de mi pecho. 
 
“El jardinero”. Rabindranaz Tagore


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lunes, 20 de agosto de 2012

Uttarakhand



 

Luego llegarás a la ciudad de Alaka
a cuyos pies el Ganges se extiende
como un tapiz de lapislázuli
y que está cubierta de nubes oscuras
de las que cae lluvia
como las perlas desprendidas
del cabello de una mujer.
En el palacio de Alaka
las mujeres llevan lotos en las manos
Y en los cabellos flores recién cortadas.
Allí las tinieblas no existen
Porque la luna brilla para siempre.
Los dioses, abrazando los cuerpos
de sus mujeres,
se pasean por brillantes terrazas
alumbradas por las estrellas
y los yakshas se pasean
con las hijas de los dioses
en los jardines perfumados.
 
Meghaduta. Kalidasa


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sábado, 18 de agosto de 2012

Uttar Pradesh: Varanasi

 
 




" Fue, simplemente, una silenciosa ceremonia de entrega. Una barca que derrama su carga. Un río que acepta la ofrenda. Una vida pequeñita"
 
“El dios de la pequeñas cosas”. Arundhati Roy

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Al amanecer el Ganges se ha retirado diez metros en Assi Ghat,
dejando una amplia plataforma de lodo  donde se sitúan vendedoras de flores y sacerdotes.
 El brahmán realiza el ritual matutino a la madre Ganga
mientras la ciudad, bostezando, abre los ojos.


 
El espectáculo para una occidental está servido.
 
Es difícil abstraerse al acoso para que subas a una barca  desde donde ver la primera luz  del amanecer sobre la ciudad. Difícil dejarse ir con el río, cuando tus compañeras esperan al médico tras varios días con fiebre y sin comer. Difícil olvidar la presión constante para que sueltes rupias por todo.

Pero ahí delante está el río lechoso, de color café con leche, un impresionante lodazal contaminado corriendo sereno, dejándose ensuciar; demasiado honroso y sagrado para que, una memez como la carencia de oxígeno, le quite un ápice del puesto de honor que ocupa.
 
 
  

Los habitantes están bajando a su orilla;
se lavan y lavan sus enseres,
hacen sus abluciones, ritos y ofrendas,
 oran y veneran.
 



 Yo los contemplo sin entender, sin querer entender, con un  algo o un mucho de tristeza. Sólo miro y me dejo llevar con este río, paradójicamente, tan lleno de vida.

El tiempo, mi tiempo, hoy es Ganges, sin tacha, sin mancha, sin pecado, mientras amanece.  
 

 
 
 
***

 

viernes, 17 de agosto de 2012

Mantra diecisiete en Manikarnica




La muerte se sumerge en el río.
Es llevada hacia el Moshka en carreta y lienzo blanco o a hombros y en colores fuego, brillantemente, aún en cielo gris de monzón.
El Ganges no teme  la muerte;  la mira directamente a los ojos y le baña el rostro antes de  dejarla  arder en la pira para que suba hacia la eternidad.


Mantra diecisiete:


यह अस्थायी शरीर राख हो, और जीवन की हवा हवा की समग्रता के साथ विलय किया है. अब, भगवान, मेरे सभी बलिदान को याद करें, के लिए आप अंतिम लाभार्थी हैं, मैं आप के लिए किया है सब कुछ याद है.


vayur anilam amritam
athedam bhasmantam shariram
om krato smara kritam smara
krato smara kritam smara


  Que este cuerpo temporal sea reducido a cenizas,  y que el aire vital se funda con la totalidad del aire. Ahora, Señor, recuerda por favor todos mis sacrificios, porque tú eres el beneficiario último, por favor recuerda todo lo que he hecho para Ti.

Śrī Īśopaniṣad

 
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jueves, 16 de agosto de 2012

Ganges



 
 
 El cuerpo es el sagrado campo de Kashi (Benarés).
La sabiduría que todo lo impregna es el Ganges, madre de los tres mundos.
Fe y devoción, estos son Gaya (lugar de peregrinación en Bihar).
Meditación con fevor a los pies del maestro, esto es Prayag (Allahabad, en la confluencia del Ganges con el Yamuna).
Y el más alto estado de conciencia, el alma interna.  El testigo de los corazones de todos los hombres.  Esto es Vishvesha (El más importante templo de Shiva en Kashi), el Señor de Todo.

Si todo esto habita dentro de mi cuerpo... ¿Qué otro lugar de peregrinación puede haber?
 
 
Cinco versos sobre Kashi (Kashi Panchakam)
Simbolismo interior del peregrinaje Shanakracharya .


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miércoles, 15 de agosto de 2012

Ghats

         
  Las escaleras de los ghats están llenas de mujeres que lavan la ropa y la golpean con una especie de pala de madera contra el suelo. El agua del río está sucia y no sé cómo sus saris pueden quedar limpios. Hay un continuo movimiento de mujeres con palanganas de aluminio en la cabeza, yendo y viniendo de casa al río y haciendo tintinear las pulseras de sus tobillos al caminar. El ambiente es festivo. Los ghats están rodeados de pequeños templos y el paisaje es de postal. Las mujeres lavan la ropa y charlan entre ellas divertidas, mientras algunos niños se salpican y juegan desnudos en el agua. Más allá, unos adolescentes se ganan algunas rupias lavando motos y rickshaws. Las vacas circulan sin ton ni son entre tanto movimiento. Los tenderetes de frutas y verduras se extienden bajo unos plásticos a lo largo de la orilla, y junto a la carretera se puede comprar de todo en pequeños puestos montados en carros de madera: utensilios de cocina, pulseras de cristal, zapatos y casetes de música de todo tipo..

"Las dos caras de la luna" Asha Miró

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sábado, 4 de agosto de 2012

Sadhus


"Profundamente se inclinó, hasta tocar el suelo, ante aquel hombre que permanecía allí sentado, inmóvil, y cuya sonrisa le recordaba todo cuanto había amado en su vida, todo cuanto en su vida había él considerado valioso y sagrado"

Siddhartha. Hermann Hesse




Sadhus de largos cabellos y barbas o cabeza afeitada, vestidos de naranja o blanco, eruditos o analfabetos, viviendo en soledad o en comunidades, presentes sobretodo en lugares sagrados y de peregrinación. Grandes sabios o grandes locos, practican yoga, meditación y estudio. Abandonan el mundo para buscar la compañía de los dioses.
Hombres o mujeres, a quien nos inclinamos a tocarles los pies.


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domingo, 23 de octubre de 2011

Viajero





"No se consideraba un turista; él era un viajero. Explicaba que la diferencia residía, en parte, en el tiempo. Mientras el turista se apresura por lo general a regresar a su casa al cabo de algunos meses o semanas, el viajero, que no pertenece más a un lugar que al siguiente, se desplaza con lentitud durante años de un punto a otro de la tierra"  


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miércoles, 19 de octubre de 2011

El cielo protector






-La puesta de sol es una hora tan triste- dijo ella de pronto.
- Cuando considero el final de un día, de cualquier día, siempre tengo la impresión de que es el final de toda una época. ¡Y el otoño! Podría ser el final de todo -dijo Port-.  Por eso detesto los países fríos y me gustan los cálidos, donde no hay invierno, y cuando llega la noche sientes que la vida comienza en lugar de terminar. ¿No te parece?

-Si. Pero no estoy segura de preferir los paises cálidos. No estoy segura de que no sea un error escapar a la noche y al invierno y de que si lo haces no tengas que pagarlo de alguna manera.

-¡Oh, Kit! Estás loca.

 ...le  entrestecía comprobar que, a pesar de tener tan a menudo las mismas reacciones, las mismas sensaciones, nunca llegaban a las mismas conclusiones, porque sus respectivas metas en la vida eran diametralmente opuestas.

Se sentaron en las rocas, uno junto al otro, frente a la inmensidad. Kit enlazó su brazo al de Port y apoyó la cabeza en su hombro. El miraba hacia delante; despues suspiró y, finalmente, sacudió  lentamente la cabeza.
Lugares como éstos, momentos como éste eran los que Port mas amaba en la vida; Kit lo sabía y sabía también que los amaba mas si ella estaba presente para compartirlos.  Y aunque tenía conciencia de que los verdaderos silencios y en los espacios vacíos que conmovían el alma de Port la aterraban, el no podía soportar que se lo recordaran.  Era como si en el  hubiera la esperanza siempre renovada de que sería sensible como el a la soledad y la cercanía de las cosas infinitas. Se lo había dicho muchas veces: "Es tu última esperanza" y Kit nunca estaba segura de lo que quería decir. A veces pensaba que Port se refería a su propia esperanza, únicamente si ella era capaz de llegar a ser como era él, el encontraria el camino de vuelta al amor, porque para Port amar significaba amarla a ella. ¡Y hacía tanto tiempo ya que habia desaparecido el amor, toda posibilidad de amor!

...

-Sabes -dijo Port, y su voz sonó irreal, como ocurre después de una larga pausa en un lugar perfectamente silencioso-, el cielo aquí es muy extraño. A veces, cuando lo miro, tengo la sensación de que es algo sólido, allá arriba, que nos protege de lo que hay detrás.

Kit se estremeció ligeramente.

-¿De lo que hay detrás?

-Sí.

-¿Pero qué hay detrás? -preguntó Kit con un hilo de voz.

- Nada, supongo. Solamente oscuridad. La noche absoluta.



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martes, 23 de agosto de 2011

Renacimiento


Santiago de Compostela está delante y no puedo imaginar que este camino me conduzca no solo a esta ciudad sino a muchas otras ciudades del mundo...Estoy caminando hacia mi destino, tantas veces soñado y tantas veces negado...Estoy caminando para ver publicada la historia de mi renacimiento.

Prefacio de "El peregrino de Compostela"
Paulo Coelho


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miércoles, 13 de julio de 2011

El vagabundo solitario





Inmediaciones de la gran ciudad a última hora de la tarde, como el viejo sueño de los rayos de sol a través de los árboles después del mediodía. Bajé en la estación Victoria, donde a algunos de los estudiantes les esperaban unas limusinas. Con el equipaje a la espalda, excitado, me dirigí, en medio del crepúsculo, por Buckingham Palace Road, viendo por primera vez largas calles desiertas. (París es una mujer, pero Londres es un hombre independiente que fuma en una taberna.) Más allá del Palacio, por el Mall, a través del parque de St. James, al Strand, tránsito, humo, míseras multitudes inglesas dirigiéndose a los cines. Trafalgar Square, Fleet Street, donde había menos tránsito, tabernas más oscuras y tristes callejas laterales, casi hasta la Catedral de St. Paul, de una tristeza johnsonniana. Por lo tanto, di media vuelta y entré en la taberna del Rey Lud, para tomar una rarebit de seis peniques y una cerveza.

Telefoneé a mi agente de Londres, contándole lo que me ocurría:
-Mi querido, ha sido terrible que no estuviera en casa esta tarde. Estábamos visitando a mi madre, que está en Yorkshire. ¿Se arreglaría con cinco dólares?
-¡Sí!
Por lo tanto, tomé un ómnibus hasta su elegante piso de Buckingham Gate (había pasado por delante de él cuando me bajé del tren), y fui al encuentro de la digna pareja. Él tenía perilla, chimenea y whisky para ofrecerme, me habló de su madre, que contaba cien años, y leía toda la Historia social inglesa de Trevelyan. Hongo, guantes, paraguas, todo sobre la mesa, testimoniaban su modo de vivir, y yo me sentía como el héroe norteamericano de una película antigua.
El grito lejano de un niño que sueña con Inglaterra debajo del puente de un río. Me dieron sandwiches, dinero, y luego me fui a pasear en torno de Londres, saboreando la niebla en Chelsea.  Los policías que se paseaban en la niebla lechosa, pensando: “¿Quién va a estrangular al policía en medio de la niebla?” Las luces opacas, el soldado inglés que se pasea con un brazo en torno de su novia, y con la otra mano comiendo chips y pescado, la bocina de los taxis y los ómnibus, Picadilly a media noche y un grupo de jóvenes iracundos, preguntándome si conocía a Gerry Mulligan. Por fin obtuve una habitación de quince chelines en el Mapleton Hotel (en el desván), y tuve un sueño largo y divino con la ventana abierta; por la mañana, los carillones que tocan a las once y la camarera que trae una bandeja con tostadas, manteca, mermelada, leche caliente y una cafetera llena de café, mientras yo estoy allí, asombrado.


El vagabundo solitario.
Jack Kerouac


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viernes, 8 de julio de 2011


"Sentado en aquel mísero palco me encontraba totalmente embrujado. Me olvidaba de que estaba en Londres y en el siglo XIX"

Oscar Wilde


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domingo, 3 de julio de 2011

Greater London






Holmes's knowledge of the byways of London was extraordinary, and on this occasion he passed rapidly and with an assured step through a network of mews and stables, the very existence of which I had never known.


The adventure of the empty house
Sir Arthur Conan Doyle


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miércoles, 1 de junio de 2011

Condicional


Podrían haber continuado siempre así, tan cerca y a la vez tan lejos. Sin impaciencia ni añoranza. El azar habría perpetuado el juego de encuentros que apenas se esbozan, que mueren antes de nacer, cuando los cuerpos se cierran a la insistencia de los demás y las almas se doblegan a los embates de los vientos.


Pasiones romanas
Maria de la Pau Janer


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jueves, 30 de diciembre de 2010

O

...quizá nuestros senderos se separaron... Pudiera ser, sin embargo,  que ... decidiéramos recorrer juntos el resto del camino y optáramos por regresar a Marruecos, buscar en Tánger una casa hermosa en el Monte Viejo... nos instaláramos en Londres. O en algún lugar de la costa del Mediterráneo. O en el sur de Portugal...
Nuestros destinos pudieron ser estos o pudieron ser otros del todo distintos...

"El tiempo entre costuras" María Dueñas.

Un nuevo año y con él un sin fin de posibilidades.
Deseos, elección, sorpresas...
Sea como fuere, imprevisible y asombrosa la vida. Seguro.


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martes, 26 de octubre de 2010

Deletrea de Eritrea, princesa


En cuanto se termina una comida o se acaba un baile,
la princesa Deletrea de Eritrea se larga la primera y sube la escalera
de los mil escalones que lleva a los salones de la gran biblioteca.

Lee todo lo que encuentra: novela, poesía, cuento, filosofía y hasta las revistas del cotilleo.

Está escribiendo la historia de su vida, su biografía
(por el momento tres volúmenes de quinientas cincuenta y siete páginas).   

Anda en busca de unas gafas
con las que sus ojos no se fatiguen.
Sueña con días divididos por capítulos,
a los que ella podría poner título.
Se expresa con rimas, siempre habla en verso
y se sabe el diccionario de memoria.




Princesas olvidadas o desconocidas. Philippe Lechermeier y Rébecca Dautremer


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sábado, 2 de octubre de 2010

Vuélvete, paloma





Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma
al aire de tu vuelo, y fresco toma. 

Mi Amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos.

La noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.

Nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en púrpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado.

A zaga de tu huella,
las jóvenes discurren el camino,
al toque de centella,
al adobado vino,
emisiones de bálsamo divino.

En la interior bodega
de mi Amado bebí y, cuando salía
por toda aquesta vega,
ya cosa no sabía,
y el ganado perdí que antes seguía.

Allí me dio su pecho,
allí me enseñó ciencia muy sabrosa,
y yo le di de hecho
a mí, sin dejar cosa;
allí le prometí de ser su esposa.

Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya solo en amar es mi ejercicio.

Pues ya sin el ejido
de hoy más no fuere vista ni hallada,
diréis que me he perdido
que andando enamorada,
me hice perdidiza, y fui ganada.

De flores y esmeraldas,
en las frescas mañanas escogidas,
haremos las guirnaldas,
en tu amor florecidas,
y en un cabello mío entretejidas.

En solo aquel cabello
que en mi cuello volar consideraste,
mirástele en mi cuello
y en él preso quedaste,
y en uno de mis ojos te llagaste.

Cuando tú me mirabas,
tu gracia en mí tus ojos imprimían;
por eso me adamabas,
y en eso merecían
los míos adorar lo que en ti vían.

No quieras despreciarme,
que si color moreno en mí hallaste,
ya bien puedes mirarme,
después que me miraste,
que gracia y hermosura en mí dejaste.

Cogednos las raposas,
questá ya florecida nuestra viña,
en tanto que de rosas
hacemos una piña,
y no parezca nadie en la montiña.

Detente, cierzo muerto;
ven, austro, que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran sus olores,
y pacerá el Amado entre las flores.

*** 




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viernes, 1 de octubre de 2010

"El país de las hadas"

La princesa duerme, tendida en la lejana orilla de los siete mares infranqueables.
Soy el único en el mundo que puede encontrarla.
Sus brazos están cubiertos de brazaletes y de sus orejas penden largas pedrerías. Su cabellera ondula hasta el suelo.
Cuando la toque con mi varita mágica, despertará, y si sonríe las más bellas joyas caerán de sus labios.
¿Quieres, madrecita, que te lo diga al oído?
La princesa está en un rincón de nuestra azotea, allí donde está la maceta de la albahaca.

"La luna nueva". Rabindranath Tagore

Avalón...

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