martes, 31 de agosto de 2010

El Fraile

No concibo mejor forma de concluir mi  período vacacional que dejándome discurrir igual que hacen las aguas limpias y esmeralda por el lecho del Fraile.

Nos adentramos en el álveo de este afluente del Xúquer, dispuestos a pasar el día en sus aguas.
 No ha sido un día especialmente caluroso y entramos en el río con nubes y algún claro. Sin embargo, cuando ha asomado tímidamente el sol ya no he tenido ninguna duda y he lanzado mi cuerpo al agua en cada poza que tuviese un mínimo de profundidad.

El río Fraile es perfecto para andar por su cauce, cómodo y flexible, ofrece varias opciones de ruta sin que en ningún momento  presente dificultad tal que tengas que abandonarlo definitivamente.
Sales para recuperar temperatura corporal, eso es todo. Y aunque puedes volver por senda, lo ideal es hacer el camino de retorno por el interior del barranco.
El río obliga a recorrerlo concentrado, a buscar, a optar, a elegir. Me ha recordado mi concentración por la vorágine circulatoria en las ciudades de India por comparación.

Pero el canto de hoy es otro y me muestro agradecida. Un canto fluvial como final de estío, no veo mejor manera de concluir estos dos meses ni de iniciar con arrestos un largo curso escolar. El río, en su sabiduría, me  muestra la forma de vadear pedruscos y peñas y, agotada, no tengo ánimo de ofrecer ninguna resistencia física o mental a mañana.

Discurro como las aguas del Fraile.


Así pues, cierro los ojos y el 1 de septiembre viene teñido del mejor color posible,  en verde esmeralda.  






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domingo, 29 de agosto de 2010

Irta

No es la primera vez que recorro esta ruta, un itinerario de 14 km bordeando la costa desde Peñíscola hasta Les Fonts (Alcocebre). Incomparable y exclusivo tramo de costa, sin edificaciones, lleno de diminutas playas y calas de cantos, conchas, arena blanca, roca … 
La sierra de Irta baja amablemente entre olores de pinos y vegetación mediterránea a encontrarse con el mar en pequeñas calas hechas para solaz del que camina por ella.

El contraste entre la costa no edificada, virgen, y la península de Peñíscola a lo lejos, promontorio abarrotado de casas blancas y  elevado sobre el mar, como un buque surcando las aguas… es tan extraordinario, y extremado, tan atípico y fuera del tiempo, que la retina satisface su curiosidad, un tanto increíble, mirando el camino, ¡Ay, el imprescindible y bienaventurado camino en solitario!...  Ítaca a lo lejos'




Tenía un deseo. Ayer noche se cumplió.
Dormí en Cala Argilaga, bajo un cielo de luna menguante y envuelta por el suave rumor de las olas.


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viernes, 27 de agosto de 2010

Lentament




Lentament comença el cant.
...en l´horitzó que dibuixen ocells i veles,
cara al mar sempre vibrant
que amb el seu ritme incessant ens empeny a créixer.
 
Miquel Martí i Pol
 
Front a la mar, aquestos dies he començat a escoltar les primeres notes d'un nou cant.
No l'he buscat, no sé d'on ve, no sé on vol anar però la brisa l'agafa acaronant-me'l a la pell, la lluna  plena manteja per mí un camí que va més enllà de la Mediterrànea; els passos en l'arena blanca m'emprenyen a solcar i la meua mirada no pot apartar-se'n de l'horitzó blau.
Lentament m'envolta, no val lluita possible.




Sé que aquestos febles acords van a perfilar, a poc a poc, els contorns d'un mapa encara en blanc.
Lentament, sense que jo el cride pas. Lentament s'obri camí entre la meua quietut, els meus ulls, els meus desitjos, els meus somnis.
Un cant que dibuixa al meu horitzó ocells i veles i amb ritme incessant m'empuixa.

I lentament comença el cant.
Somric.
 
 
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domingo, 22 de agosto de 2010

Un pont de mar blava



Un pont de mar blava per sentir-nos frec a frec,
un pont que agermani pells i vides diferents.


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miércoles, 18 de agosto de 2010

Coreografía

Mi primer contacto con  India fue la llegada a esta gran urbe, Mumbai.
El choque y la impresión fueron grandes, un trasiego de casi 20 millones de personas.... ¡Ríete de las Fallas en horas punta! 

Escuchando hoy  TV3 no puedo por menos que sonreír ante dos noticias de portada: en Barcelona  1/3 de la población no recicla, en cuanto a seguridad vial el debate entorno al uso del azul y amarillo en coches de emergencia.
Sonrío mientras hago una inevitable comparación con India  en donde estos dos aspectos sociales son graves y tienen difícil solución a corto plazo.

India es un país sucio.
 Los hindúes, aseados en su aspecto y espacio personal, que mantienen sus hogares en condiciones aceptables, tratan intolerablemente su espacio público, abandonado a una degradación progresiva. En el campo se percibe menos pero en los desplazamientos, a ambos lados de la carretera o en cualquier población, sea del tamaño que sea,  la suciedad y la basura se  acumulan  por doquier.




Me llamó la atención  la gran cantidad de cuervos, carroñeros y negros, que graznaban cual bajo en una orquesta acompañando  otra cantinela más poderosa, dueña y señora de Mumbai, producida por las sonoras bocinas de cualquier medio de  transporte.
Sin embargo éstas y otras aves, impensables formando parte del paisaje urbano en una ciudad occidental, ejercen un papel importante en este país, aliviando de productos orgánicos las calles.

Otro grave problema que afecta  a India es la contaminación acústica en sus ciudades donde se aglomera la gran parte de su población. Desde las primeras luces del amanecer hasta  dos horas posteriores a la caída de la noche, los bocinazos son la música a su cotidianidad.

 Mumbai empuja el amanecer con graznidos. Y sin tiempo a  desperezarse, se pone en movimiento frenético con el telón de fondo de los claxons.Un espantoso ruído que,  para un fino y delicado  oído occidental resulta atronador, constante, molestísimo y excesivo.


 Sin embargo los bocinazos de motocicletas, coches, buses, camiones  y los  timbres de las incontables bicicletas que circulan de aquí para allá, he descubierto que también ejercen un papel primordial: organizan y ordenan el caos. Son  absolutamente necesarios para desenvolverse en cualquier población ante la insuficiencia o la  falta de señales, semáforos y agentes.

Uno pita, circula, adelanta o cambia de dirección.
El claxon significa "voy" y, milagrosamente, como en una coreografía perfectamente sincronizada... ¡ funciona!

El efecto que me produjeron las calzadas es de baile imparable  a lo largo del día con dos sencillos pasos: dilatación y contracción.
Sería la única explicación convincente si no supiese de antemano que esa cualidad que poseen algunos cuerpos físicos de dilatarse y contraerse no es propiedad que cumplan  las calzadas.
 Apenas he visto atascos. Accidentes ninguno. Tampoco altercados o peleas debidas a esta forma de circular. Sin embargo debe ser alto el  porcentaje de atropellos.
  
Dice  Álvaro Enterría en su libro " La India por dentro" que, "como las aguas en el flujo de un arroyo, esta sociedad se organiza espontáneamente". No existen apenas normas y leyes externas. Parece que exista una norma no escrita: "cada uno hace lo que le viene en gana". Existe una gran libertad; el dharma y las costumbres ancestrales marcan la conducta de cada uno. Los hindús son adaptables y elásticos, aceptan el mundo, se adaptan y acomodan. El tráfico en las grandes ciudades es una muestra de esta actitud ante la vida.

La circulación en India me ha tenido en vilo, en  permanente asombro y totalmente  anonadada hasta el último minuto.
No guardan distancias, pasan rozándose a escasos cinco centímetros unos de otros, en vespas familias enteras, de cinco miembros, bebé incluido...
Cuando aprendí a cruzar  las calles de Mumbai  levantando la mano para pedir paso no podía imaginar que en ciudades medias el sistema se volvía salvaje. He tenido que aprender a caminar absolutamente concentrada para evitar tropezar con otros o caerme en cualquier agujero estratégico; intentar que ningún vehículo me tropellase o me dejase sin uno de mis dos preciados pies, apartarme con premura porque la señora hindú, me hubiese arrollado sin contemplaciones y con todo el derecho del mundo, al pedirme paso con su claxon en mitad de un paso de cebra; sortear gentes, bicis, motos, autobuses, rickshaws, coches particulares, vacas sagradas, cabras y demás animales domésticos.

Este baile se vuelve frenético y adquiere proporciones gigantescas con las primeras horas del anochecer. Ante el enjambre de vehículos, tenderetes y gentes envolviéndote en su pesadilla, has de agudizar la vista, concentrarte y poner  todos tus sentidos en alerta para mantenerte igual como habías desembarcado en este inconmensurable país, enterita. 

Dos visiones últimas  a la salida de Mumbai, once de la noche de camino al aeropuerto: cientos de musulmanes arrodillados rezando en plena calle en  dirección a la Meca y dos niños de cinco y dos años, sentados tranquilamente, charlando, en la mediana de una de sus grandes vías inundada de coches.

Una locura. Una locura controlada, parece, a mis ojos de occidental.


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lunes, 16 de agosto de 2010

Luz

          De vuelta a casa llevo el salwar kameez en mi equipaje y voy vestida como en occidente.
 Sin embargo no es esa la sensación que posee mi cuerpo. No es eso lo que siento.


         " ...sacó del arcón de estaño el único sari que poseía y lo desplegó cuidadosamente. Sarasa lo había guardado para el último viaje de su vida. Ella, como todas las buenas esposas hindúes, había rezado para que se le permitiera morir antes que su marido. Había deseado subir al cielo iluminada por el resplandor del brillante círculo rojo de kumkum de su frente. Las hebras de jazmín de su pelo perfumarían su camino y todos los que la vieran pensarían en lo bienaventurada que era por morir pareciendo una novia....Ahora que eso no iba a ocurrir, Sarasa dejó que sus sueños se escaparan rodando de los pliegues de su sari"
El vagón de las mujeres. Anita Nair


Desde muy arriba, a tantos pies del suelo como el avión que me trae de vuelta, se me ve engalanada con un precioso sari  de seda de kanchipuram. Tiene el poder de recoger en sí todos los colores y todos los aromas de esta tierra. Ribeteado con una franja ancha y dorada de tolerancia, está  salpicado aquí y allá  por pequeñísimas hojas  bordadas de sonrisas francas.
Con el ritmo suave que proporcionan los pies descalzos al andar, mi ropaje dispersa aromas de  sándalo, incienso,  flores y especias.

El atuendo que me cubre hoy es especial. 

Voy vestida de luz. La luz de oriente.

 Los brazaletes que adornan mis brazos llevan incrustadas las profundas  miradas  de cada  hindú que se  ha cruzado estos días conmigo y las ajorcas  argenteas en mis tobillos tintinean con sones de adaptabilidad y de libertad.
Mi piel luce oscura y el pelo se me ha vuelto de un negro y brillante azabache  recogido en la nuca y adornado con aromático jazmín.  La henna en mis manos perfila sinuosa los  campos de arroz y  las plantaciones de té.
  
Cuando los míos se acerquen a darme un largo abrazo recogerán de entre mis sienes el aceite perfumado que les acercará milagrosamente ese inabarcable país que es India y todo lo vivido por mí.

Esta esencia tiene nombre:  "Kerala".

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jueves, 12 de agosto de 2010

Hampi

" Una cultura inmemorial se esconde tras una costra áspera. Levanta la corteza, extirpa la pobreza y su analfabetismo crónicos y tendrás el mejor especimen de lo que debería ser un ciudadano culto, cultivado y libre". M Gandhi



Hoy, apretado día de calor entre la majestuosidad de Hampi. Aún así, me da para observar y pensar en la vida que lleva este  variado pueblo. 


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martes, 10 de agosto de 2010

Karnataka



XXI

¿Por qué escogió venir a mi puerta, el joven vagabundo, con el alba?
Cada vez que salgo y entro paso a su lado, y mis ojos quedan prendidos en su cara.
No sé si debo hablarle o guardar silencio. ¿Por qué escogió venir a mi puerta?
Las nubosas noches de julio son oscuras; el cielo es en otoño de un azul suave; los días de primavera están inquietos con el viento del sur.
Él teje sus canciones cada vez con melodías nuevas.
Abandono mi labor, y mis ojos se hinchan de niebla. ¿Por qué escogió venir a mi puerta?

“El jardinero” Rabindranaz Tagore

Halebid, un delicioso pueblo del suroeste, para perderse por sus colinas y entre sus cultivos, días y días.
 ! Ah, la apacible vida rural en Karnataka !

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jueves, 5 de agosto de 2010

kathakali




En el Kathakali los pasos son vigorosos. Es una danza masculina. Hasta la más lenta de las coreografías tiene un vigor interno... pensad en el daño que podría hacer a los ojos y la columna vertebral, órganos vitales, con el pie de lado el impacto es suave y le da gracilidad al paso...  
...a veces hay que olvidar todas las preguntas y que la cabeza vaya a su aire. Olvidar las dudas y convertirse en el personaje.
Las nueve caras del corazón. Anita Nair




A veces los pequeños detalles no controlados son los que dan sentido pleno a un acontecimiento. Eso ha sucedido hoy en esta representación: Los apagones de luz, los fallos técnicos, la escasez de recursos, la tos del actor, el viejo músico haciendo play back...todo ha contribuido a hacernos este espectáculo más agradable, ameno y divertido.


Lo mejor de Fort Kochi...sus árboles de la lluvia





y sus redes chinas





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lunes, 2 de agosto de 2010

Olores

...los olores, como la música tienen el poder de evocar recuerdos.

“El dios de la pequeñas cosas”. Arundhati Roy




En la burbujeante Madurai, al sur de India he comprobado que, entre todos los aromas y olores efectivos y poderosos que circulan en medio del asfixiante calor, el aroma del jazmín se abre paso entre las calles, en las inmediaciones  o interior de los templos, en cualquier rincón o comercio, por las grandes vías o entre callejas.

 

      Lo esparcen, de la mañana a la noche,  en guirnaldas prendidas en sus cabellos,  recogidos en largas y oscuras trenzas, las mujeres de Tamil Nadu.










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