miércoles, 22 de agosto de 2012

Joya

 
Madre el joven príncipe pasará delante de nuestra puerta, ¿Cómo atenderé a mi trabajo esta mañana?
Enséñame a trenzarme el pelo, dime qué vestido he de ponerme.
 
¿Por qué me miras sorprendida, madre?
Ya sé que él no lanzará una mirada a mi ventana, ya sé que desaparecerá de mi vista en un abrir y cerrar de ojos; sólo la melodía que se desvanece en la flauta me llegará sollozante desde lejos.
Pero el joven príncipe pasará por delante de nuestra puerta, y yo me pondré lo mejor para el momento.

 
 
Madre, el joven príncipe ya pasó ante nuestra puerta, y el sol de la mañana sacaba destellos de su carroza.
Yo aparté el velo de mi cara, me arranqué la cadena de rubíes del cuello y la arrojé a su paso...
¿Por qué me miras sorprendida, madre?
De sobra sé que él no recogió mi cadena; sé que se quedó aplastada bajo sus ruedas dejando una mancha roja sobre el polvo, y que nadie sabe cuál era mi presente ni para quién.

Pero el joven príncipe ha pasado delante de nuestra puerta, y yo he arrojado a su paso la joya de mi pecho. 
 
“El jardinero”. Rabindranaz Tagore


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