lunes, 20 de agosto de 2012

Uttarakhand



 

Luego llegarás a la ciudad de Alaka
a cuyos pies el Ganges se extiende
como un tapiz de lapislázuli
y que está cubierta de nubes oscuras
de las que cae lluvia
como las perlas desprendidas
del cabello de una mujer.
En el palacio de Alaka
las mujeres llevan lotos en las manos
Y en los cabellos flores recién cortadas.
Allí las tinieblas no existen
Porque la luna brilla para siempre.
Los dioses, abrazando los cuerpos
de sus mujeres,
se pasean por brillantes terrazas
alumbradas por las estrellas
y los yakshas se pasean
con las hijas de los dioses
en los jardines perfumados.
 
Meghaduta. Kalidasa


***