jueves, 30 de abril de 2009

Virginia Woolf

Otra… otra princesa ...

Ésta bajo las aguas del río Ouse en Rodmell (Lewes, Sussex). Ya no es ninguna niña pero descubro aún en ella rasgos de su juventud. Me pierdo contemplando su porte elegante, delicado y exquisito que choca con su mente y sus ojos atormentados.

A ti no bajo a acompañarte en la noche como a Ofelia, ni cabalgo cual rayo, en un atardecer inyectado de anaranjados como hacia Elisabeta. Tampoco anocheciendo en los lindísimos prados del condado de Cornualles sentada junto a Isolda o bajo la media luna de Selma.

 Hoy bajo al río a plena luz del día.

Es mediodía de sol en Lewes, el tiempo desechó los impertérritos días grises y entonó una brillante y fría jornada primaveral para honrarte conmigo. Me acerco a la orilla donde dejaste el bastón, tu melancolía me arropa mientras hablo contigo… "Me he perdido con “ La señora Dalloway ” durante meses y he quedado expuesta a que mi pensamiento sea analizado por ti en sus 12 horas diurnas….

”Y escuchabas voces", voces que no pudiste soportar por más tiempo ...como mi otra princesa, aquella que se marchó hace 8 años un día también de marzo, aquella que amé tanto, la única a la que me es tan doloroso acompañar y de la cual no puedo ni pronunciar su nombre.

Y tu tiempo, que es ahora mi tiempo, me espera en “ las olas

¡Cuánto escrito sobre ti! "

 


"…Ellas me buscan y me encuentran y yo las recibo, inesperada y sorprendentemente…."


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