miércoles, 25 de noviembre de 2009

Hemisferios

Hemisferio norte

En el vestuario de la piscina, hace unos días, una mamá adornó a su hija, en apenas tres minutos, con una profusa cantidad de adjetivos inimaginables. Por su vocecita deduje que no pasaba de los seis. ¿Qué será de esa niña que lleva marcado a fuego en su mente y desde su nacimiento que es una... cerda, vaga, inútil, maleducada, gilipollas, malnacida y demás apelativos jugosos, en boca de su querida y protectora madre, porque el curso de natación ha comenzado cinco minutos antes y ella se ha entretenido en casa jugando?


La violencia no está suscrita a ninguna edad, condición ni hemisferio.


NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha cerrada y pobre: escarcha de tus días y de mis noches.
Hambre y cebolla: hielo negro y escarcha grande y redonda.

En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba.
Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre.

Una mujer morena, resuelta en luna, se derrama hilo a hilo sobre la cuna.
Ríete, niño, que te tragas la luna cuando es preciso.

Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en los ojos la luz del mundo.
Ríete tanto que en el alma al oírte, bata el espacio.

Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca.
Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea.

Es tu risa la espada más victoriosa. Vencedor de las flores y las alondras.
Rival del sol. Porvenir de mis huesos y de mi amor.

La carne aleteante, súbito el párpado, el vivir como nunca coloreado.
¡Cuánto jilguero se remonta, aletea, desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño. Nunca despiertes. Triste llevo la boca.
Ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto, tan extendido, que tu carne parece cielo cernido.
¡Si yo pudiera remontarme al origen de tu carrera!

Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas ferocidades.
Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes.

Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma.
Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro.

Vuela niño en la doble luna del pecho. Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.

                                                  Miguel Hernández, 1939                                        

El día 20 de noviembre celebramos el día internacional del niño.


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