lunes, 5 de enero de 2009

"Cuenta la leyenda..."


Cuenta la leyenda que los Reyes Magos, cargados de presentes para “el niño Dios” y con grandes deseos de conocerle y adorarle, erraron el camino que llevaba a Belén.
Perdidos y sin saber dónde dirigirse, se acercaron a una casa que se encontraba a la vera del camino. Les abrió la puerta una viejecita, a la que preguntaron en qué dirección se encontraba la aldea de Belén. Esta, en tono impaciente, les respondió que no lo sabía. A pesar de ello, los tres reyes, muy amablemente, la invitaron a acompañarles. Pero la anciana un tanto indolente, se excusó con que tenía trabajo y muchos quehaceres domésticos.

Y Melchor, Gaspar y Baltasar prosiguieron su camino.

La mujer, arrepintiéndose de cómo había tratado a tan insignes personajes, tomó una cesta, la llenó de dulces y caramelos y salió de su casa en busca de los Magos; mas no los encontró.
Preguntando casa por casa por el “niño de Dios”, fue dejando los dulces en los hogares dónde habitaban niños.

Jamás conoció al Mesías.
Desde entonces, en las frías noches del 5 de enero, la "Befana" vaga por las regiones de Italia montada en su escoba, sonriente, generosa, buena y arrepentida, entrando por las chimeneas y obsequiando a los pequeños con sus caramelos.

¡Cuidado en esta noche mágica! Cientos de conjuros pueblan los aires, millones de corazones se dormirán arrullados en polvo de estrellas y…las brujas… sobrevuelan bajo.                                                                                                                                                                             Aradia

Posdata: No me busques esta noche. Tengo trabajo.


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