martes, 14 de septiembre de 2010

Nácar

Tras una noche,
amor sin amor, rumor de mar,
poblada de fantasmas sonrientes
y pintada en azul y blanco de luna,
me regalas tu ausencia cercana y tibia
como quién ofrece un vaso de agua
necesaria.

Tu “no amor”, construido de silencioso nácar,
anda vestido de organdí suave
y me acaricia.

P.A.




Gracias.


***