viernes, 9 de abril de 2010

"El hombre del crepúsculo"


Judith Cabaud dice en su libro: "... cada tarde, a las cinco, “el hombre del crepúsculo”, como le llamará ella misma, penetra como ráfaga de viento en el suntuoso Hotel Baur en el Lago de Zurich y sube de cuatro en cuatro los escalones hasta la suite que ocupa la familia Wesendonck en espera de que se emprenda la construcción de su propia villa. Se instala en el salón, al piano, y toca para la maravillada joven los compases compuestos en su casa esa misma mañana"

Mathilde Wesendonck, escribió este hermoso texto,  "Der Engel"  (El Ángel),  describiendo la aparición de Wagner en su vida:


In der Kindheit frühen Tagen             
Hört ich oft von Engeln sagen,
Die des Himmels hehre Wonne
Tauschen mit der Erdensonne,

Daß, wo bang ein Herz in Sorgen
Schmachtet vor der Welt verborgen,
Daß, wo still es will verbluten,
Und vergehn in Tränenfluten,
Daß, wo brünstig sein Gebet
Einzig um Erlösung fleht,
Da der Engel niederschwebt,
Und es sanft gen Himmel hebt.

Ja, es stieg auch mir ein Engel nieder,
Und auf leuchtendem Gefieder
Führt er, ferne jedem Schmerz,
Meinen Geist nun himmelwärts.

***

En los primerísimos días de mi infancia
a menudo oía unos ángeles que decían,
que abandonarían la maravillosa felicidad del Cielo
a cambio del sol de la tierra.

De igual modo cuando un corazón desesperado
esconde al mundo su sufrimiento,
cuando silenciosamente empieza a sangrar
y se deshace en mares de lágrimas,
cuando ardientemente comienza a rezar                
para quedar liberado de su desgracia
entonces, su ángel desciende junto a él
y dulcemente le transporta hasta el Cielo.

Junto a mi también ha descendido un ángel,
y sobre sus centelleantes alas
transporta, alejándola de toda pena,
mi alma hacia el recinto celestial.





Wagner compuso las Wesendonck Lieder (1858) basadas en cinco poemas de Mathilde: "Der Engel" (El ángel), "Stehe Still" (Detente), "Im Treibhaus" (en el invernadero),  "Schmerzen" (penas) y "Träume" (sueños)










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