¡ Ay, qué fatalidad!
Sí, yo sigo trenzando flores cuando me deja el día. Sigo acercándome a la orilla del río para adornar el sauce en tu memoria. Cantando estrofas de viejas canciones, cantando y cantando… espero.
Y los ojos de la joven Ofelia me miran profundamente, entendiendo".
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