domingo, 20 de junio de 2010

Primavera en macro

"La salvación de la mirada"

La edad no nos otorga privilegios
salvo los que nosotros busquemos otorgarnos.
El largo aprendizaje de vivir
es una frase altiva que disfraza
nuestro miedo ignorante. Nadie aprende
en qué consiste el arte de estar vivo.
      ¿Acaso has descubierto cuarzo filosofal,
y sabes convertir en alegría
la lóbrega sustancia de esta tierra?

Una de las escasas cualidades
que el tiempo perfecciona, si prestamos
atención al abismo de cada superficie,
es la profundidad misericorde
con que la vista absuelve nuestro mundo,
es este desconcierto bondadoso
que celebra obediente con su cristal de aumento
la arquitectura mágica que vive en los detalles.

      Entonces advertimos que el ser de la mirada
vive en el pensamiento que la anima,
como el espectro puro del color
brilla en la sucesión de las ideas.
Envejecer exige una piedad prudente
con que sentir de nuevo lo cercano,
una recién fundada simpatía
hacia el imprevisible dibujo de las cosas.

       Y hay un consuelo en ver el laberinto
 que traman las espinas de un arbusto,
o en el milagro de la trasparencia,
hecha de liviandad y de reflejos.
Nos apaciguan en verdor los árboles,
con la impureza de sus tornasoles,
y sorprendemos una paz orfebre
en la disposición de las estrellas.

       La tarea de ver cuando miramos
no es una inclinación de la juventud.
(los jóvenes son bárbaros de insensatez sagrada.
Son inmortales bestias impacientes)

Aprender a mirar con un poco de hondura
requiere el sedimento que los días nos dan
con su aluvión malsano; nos exige
la herrumbre compasiva de nuestras ilusiones,    
y esa nueva inocencia extravagante
que da la fe sin  fe de los incrédulos.
                                 
           "Metales pesados" . Carlos Marzal




  La estación que hoy se despide ha sido extraordinariamente larga, extraordinariamente llena de pequeños detalles, circunstancias y encuentros que la han hecho única.
Un mundo cercano e inaccesible al ojo humano.  Mundo paralelo de lo pequeño: poblado, rico y bello... como un poema, una mirada, unas  palabras, un sendero...
Primavera en macro.




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